En ocasiones en la zona de actuación de un proyecto minero, los cauces de agua terrestres en la superficie de la zona presentan una sensibilidad particularmente alta a la recepción de vertidos adicionales de agua procedente de la actividad, tanto en cuanto a su volumen como a su contenido en sólidos o metales, prolongándose esta sensibilidad a los ecosistemas en la desembocadura de los mismos. Por eso, cuando la localización del proyecto minero está relativamente próxima al mar, la utilización de un emisario es una forma correcta y eficaz de aliviar presiones innecesarias sobre los cursos fluviales y sus ecosistemas conexos. El mar por sus características intrínsecas de dinamismo y capacidad de dilución resulta particularmente adecuado para vertidos de agua en las condiciones adecuadas a estas características.

 

¿Qué tipo de vertido llevan estos emisarios submarinos?

Los proyectos mineros, como otras actividades pueden utilizar los emisarios para dirigir al mar tanto sólidos como líquidos, principalmente agua.

Las instalaciones modernas aseguran que cualquiera que sea el recurso depositado en el mar se realizará de forma totalmente respetuosa con el medio y sin riesgo para la salubridad o utilización del agua.

En algunos casos, como ocurre en el proyecto de Salave, solo accede al emisario agua de procedencia subterránea desde el acuitardo que engloba a la mineralización, evitando de este modo, el contacto con las labores mineras.

 

¿Es realmente agua limpia?

Si, es agua que se denomina coloquialmente agua limpia pues sus características físicas y químicas están muy por debajo de los límites requeridos para su vertido en el agua del mar en el punto de vertido determinado.

El agua es analizada de manera sistemática y regular en multitud de ocasiones previamente a su vertido para constatar sus características y demostrar su inocuidad para el vertido en el medio marino.

 

¿Se hace un registro sistemático del análisis del agua?

Durante el funcionamiento de la instalación, el agua dirigida al emisario es analizada sistemática y regularmente y sus resultados son registrados y puestos a disposición de las autoridades competentes.

 

La construcción y funcionamiento de estas instalaciones está bien contrastada en otras industrias, especialmente en algunas depuradoras de aguas residuales, como la que se plantea para Tapia de Casariego, en las que los residuos sólidos procedentes de la depuración de las aguas residuales son enviados al mar a través de emisarios similares al propuesto.