La restauración ambiental: garantía de sostenibilidad y compromiso de la minería

Todos los proyectos de explotación abiertos en España después de 1982 deben contar con un plan de restauración ambiental de los terrenos tras el cese de la actividad aprobado por la autoridad competente. La legislación exige la existencia de este plan de forma previa al inicio de los trabajos, además de las garantías financieras que aseguren su ejecución.

Los avances tecnológicos que acompañan el ejercicio de la minería moderna permiten la completa recuperación del entorno natural de las superficies tras el fin de su explotación. Este proceso, en ocasiones, incluso puede lograr que el entorno natural adquiera un aspecto y condiciones ambientales mejores que las existentes antes de la apertura del yacimiento.

Esta rehabilitación suele llevarse a cabo en tres fases: remodelación de la geometría mediante materiales propios previamente conservados, sellado de las superficies según los requerimientos y suministro de la tierra vegetal adecuada como soporte necesario para la nueva vegetación.

De esta forma, el ciclo de la minería moderna no finaliza con la extracción de los recursos naturales, sino que continúa hasta que se logre devolver al terreno su aspecto y usos previos a la actividad minera. Estos proyectos suponen la materialización del compromiso de la minería moderna con el respeto por el medioambiente y la actividad socioeconómica de aquellas zonas en las que operan.

La mina Consuelo, ejemplo de recuperación minera al servicio de la comunidad

La mina Consuelo, situada entre las parroquias de Bodenaya y Porciles, en la localidad asturiana de Salas, es un claro ejemplo de cómo la industria minera puede impactar positivamente en una localidad. En este yacimiento minero, que permanece activo desde 2006, se lleva a cabo la extracción de caolín como materia prima para la industria cerámica. Recientemente, la segunda fase de su proyecto de restauración ambiental se ha concl

Los trabajos de recuperación impulsados por la compañía han permitido recuperar ocho hectáreas de terreno ya explotado para su uso como campo de pasto para ganado de alta calidad, según aseguran los ganaderos de la zona. El proyecto también contempla una red de viales, un cierre cinegético, una planta de tratamiento de aguas y la reforestación de la zona con abedules.

El proyecto de la mina Consuelo contempla que la actividad se mantenga al menos una década más. Durante este periodo, se calcula que la explotación minera podría generar veinticinco puestos de trabajo directos y el doble de indirectos, además de los generados gracias a las labores de recuperación ambiental, que ya suman 10 empleados en la zona.

El plan de restauración ambiental de la mina de Salave

El proyecto que Exploraciones Mineras del Cantábrico propone para el yacimiento de Salave en la localidad asturiana de Tapia de Casariego, pretende desarrollar una operación minera sostenible, económicamente viable y perfectamente compatible con actividades imprescindibles como la ganadería, la agricultura, la pesca o el turismo.

El plan de restauración ambiental diseñado contempla rellenar los huecos subterráneos generados con el mismo estéril inerte, desprovisto de metales y mezclado con cemento. Asimismo, se plantea una recuperación de los usos actuales del terreno y la habilitación de alrededor de treinta hectáreas para aprovechamiento ganadero. También se pretende poner en marcha un plan de mejora del entorno de los Lagos de Silva para realzar los valores paisajísticos de la zona de acuerdo con las autoridades competentes, creando un nuevo acceso por el borde de la costa.

Contra los mitos y estereotipos que rodean al sector, la minería moderna es una actividad necesaria y perfectamente compatible con el medioambiente y con los usos del territorio. Su compromiso no solo es el de no impactar negativamente en el entorno, si no el de poner todos los recursos a disposición para contribuir a su mejora y generación de riqueza. La rehabilitación del entorno de la mina de Consuelo, una realidad de la que ya gozan los vecinos de Salas; o el plan de restauración ambiental proyectado para el yacimiento de Salave, sirven de ejemplo para constatarlo.


La convivencia de la minería con otros sectores en Asturias

La convivencia armoniosa de todas las actividades socioeconómicas que se desarrollan en un mismo entorno es una cuestión esencial para su desarrollo sostenible y equitativo. La minería, como actividad que genera importantes beneficios económicos y contribuye al crecimiento de las comunidades, debe coexistir de manera responsable y colaborativa con otros sectores productivos, como la agricultura, la ganadería, la pesca, el turismo y la industria manufacturera.

A pesar de que la minería moderna convive desde hace décadas con el resto de actividades, en la sociedad se ha desarrollado una mayor sensibilidad en relación a la gestión y control de los impactos socio-ambientales que cualquier actividad ocasiona. Por ello, es fundamental fomentar la comunicación y la colaboración entre los distintos actores involucrados, incluyendo a las empresas mineras, las comunidades locales, los gobiernos municipales y las organizaciones civiles para evitar la desinformación y la difusión de estereotipos falsamente fundamentados.

Asturias: Una región de tradición minera

Durante muchos años, la minería del carbón fue una de las principales fuentes de empleo y actividad económica en Asturias. Sin embargo, a medida que el sector se ha enfrentado a desafíos como la competencia de otras fuentes de energía y la necesidad de abordar preocupaciones ambientales, ha disminuido en importancia.

En los últimos años, se ha realizado un esfuerzo por diversificar la economía asturiana, promoviendo otras actividades como la industria, el turismo, la agricultura y los servicios. Esto ha sido fundamental para asegurar la sostenibilidad económica de la región y proporcionar alternativas de empleo en el sector industrial.

A la vez, la minería ha vuelto a resurgir. Se apagaron los pozos de carbón térmico tradicionales, pero se han abierto nuevas explotaciones de carbón, de fluorita, de oro, plata y cobre. Es en este contexto, en pueblos como Belmonte de Miranda o Ribadesella, donde pueden afirmar que viven en total armonía con la actividad minera e industrial.

Belmonte de Miranda, un ejemplo de convivencia entre la mina y la ganadería

En Belmonte, localidad en la que Oro Valle lleva operando más de 25 años en la zona, se generaron gracias a la minería más de 25000 puestos de trabajo, 482 de los cuales son de empleo directo, más de 100 subcontratados y más de 2000 son indirectos. También, gracias a esta actividad se mejoraron las telecomunicaciones con las ciudades, lo que ha impulsado la vida del pueblo.

Sus vecinos destacan la importancia de este recurso, que acabó con el paro de su localidad y de parte de la región. Además, teniendo en cuenta el legado ganadero de la zona, los habitantes desmienten cualquier dificultad para seguir trabajando en los campos.

Ribadesella, el lavadero de minerales de Asturias

Ribadesella es famosa por contar con el lavadero de mineral Mina Ana. El grupo que lleva este emplazamiento cuenta con cuatro minas en la zona, donde extrae el espato flúor que después se limpia en el lavadero.

El espato flúor es un concentrado que se utiliza principalmente como materia prima en la fabricación de productos químicos y que se obtiene a partir de la fluorita, un mineral abundante en Asturias.

Gracias a la actividad de la industria y, en concreto, de este grupo en la zona, se han generado cerca de 200 empleos directos en Asturias, una cifra que no deja de crecer.

Es una realidad que pueblos con una gran actividad minera, no deben ni pueden prescindir de los metales y minerales para su existencia. El principal objetivo y compromiso de esta industria es generar una fuente de trabajo estable que genere riqueza en el entorno, siempre manteniendo altos estándares de seguridad, sostenibilidad y bienestar social.


¿Cómo contribuye la minería en la lucha contra el cambio climático?

En un contexto en el que el cambio climático es ya uno de los desafíos más urgentes para la humanidad, son muchos los sectores industriales que toman conciencia y suman esfuerzos para reducir su impacto y contribuir desde la innovación a alcanzar los objetivos de sostenibilidad. En contra de lo que muchos puedan pensar, el sector minero juega un papel clave y determinante ante la alarma climática. Y es que gracias a la minería se consiguen las materias primas imprescindibles para lograr nuevas fuentes de generación de energías verdes.

La importancia de los minerales críticos

El litio, el tantalio o el cobre son algunos de los minerales denominados como “críticos”, es decir, esenciales para que la transición verde sea una realidad. Esto se debe a que son materiales indispensables para el desarrollo y la producción de las tecnologías limpias, como los paneles solares, las baterías de iones de litio, los vehículos eléctricos y las turbinas eólicas. Por ello, diferentes organismos los han recogido en distintas listas que los señalan como minerales de alta demanda y necesidad.

Los minerales no calificados como críticos también juegan un importante papel en la estrategia frente al cambio climático, aunque su abundancia y localización no los hacen tan determinantes específicamente en la transición energética.

En el caso de la Unión Europea, se han identificado 36 elementos como estratégicos y se ha llamado la atención a países como España, apremiándolos para que se realicen los cambios necesarios en sus planes de exploración y explotación evitando quedarse atrás en la carrera de la transición energética frente a otras naciones más avanzadas en la extracción y producción de metales. De hecho, la UE instaurará una Junta Europea de Materias Primas Críticas que marque las pautas para conseguir este objetivo: producir al menos el 10% de los materiales estratégicos necesarios cada año, y procesar al menos el 40%.

Es importante reseñar que los yacimientos minerales se localizan donde la geología y la naturaleza han decidido y no podemos reubicarlas a nuestro gusto para que su explotación se desarrolle donde nuestras restrictivas políticas determinen como más conveniente. Ello supone centrar nuestros esfuerzos en descubrir los yacimientos y habilitar los adecuados mecanismos de explotación para permitir una actividad sostenible y con impactos totalmente reversibles. Limitar nuestra dependencia en materiales tan necesarios se convierte en un asunto crítico de estado.

Según las últimas previsiones de Benchmark Minerals, se estima que se necesitan al menos 384 minas de grafito, litio, níquel y cobalto –las materias primas más comunes en este campo– para poder satisfacer la demanda de coches eléctricos y baterías para las próximas décadas. Incluso aunque se consiguiese incrementar en gran medida el reciclaje de baterías, todavía seguirían siendo necesarias 336 minas.

A pesar de que la necesidad de estas materias es clara y urgente, los todavía existentes prejuicios y polémicas en relación al sector ralentizan la explotación de los yacimientos y el consiguiente desaprovechamiento de los recursos: en España, se ha pasado de 4.114 a 2.629 explotaciones mineras desde 2008 hasta el 2020.

El Comité Social y Económico Europeo asegura que la industria depende en más de un 70 % de materias primas minerales. Gran parte de estos recursos provienen de la exportación de otros continentes a pesar de la existencia y riqueza de los yacimientos europeos. Por ello, dejar atrás los falsos prejuicios en contra de la industria minera e impulsar el sector extractivo autóctono será esencial para asumir los retos y objetivos del futuro y que un país como España, tan rico en minerales, pueda situarse a la cabeza del cambio de la transición energética europea.

Compromiso y sostenibilidad

La sostenibilidad es una obligación y un aspecto estratégico para todas las compañías y, por tanto, es una cuestión que debe atenderse de forma prioritaria. Las grandes empresas mineras ya han comenzado a crear sus propios comités de sostenibilidad para aplicar aspectos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo en su actividad. Por su parte, los inversores privados y públicos han comenzado a exigir que las empresas cumplan con el compromiso verde. Organizaciones como el Banco Mundial (BM), ante el enorme desafío e inversiones que deberán desarrollar en el ámbito minero, ha creado un fondo para respaldar proyectos innovadores de minería verde, con una mínima huella ambiental y climática.

En definitiva, es indiscutible la necesidad de valorar el papel de la industria para enfrentar los desafíos del futuro y poder afrontar con éxito el reto de la transición energética. Para ello, es necesario comprender que la minería de hoy es un sector sensibilizado con el entorno, comprometido con los objetivos internacionales de sostenibilidad y con todos los recursos tecnológicos para llevar a cabo su actividad con un impacto ambiental mínimo.


La llegada de la Inteligencia Artificial (IA) a la minería moderna

En el post anterior de nuestro blog hablábamos del impacto de los avances de la digitalización en la industria minera moderna. El sector extractivo evoluciona con los nuevos tiempos y, por ello, implementa constantemente nuevas herramientas con las que ejercer su actividad de forma más eficiente, segura y respetuosa con el medio ambiente.

En el contexto actual, la Inteligencia Artificial ha llegado para revolucionar todos los ámbitos profesionales, desde la ingeniería, la informática o la comunicación hasta sectores industriales como el de la minería. Y es que esta herramienta está siendo cada vez más explorada en los yacimientos, pues tiene un enorme potencial para optimizar los procesos haciéndolos más sostenibles, mejorar la seguridad y aumentar la eficiencia.

Estos son algunas de sus aplicaciones que se están empezando a implementar en yacimientos de todo el mundo:

Análisis y procesamiento de datos para la toma de decisiones

Como toda actividad industrial, la minería genera grandes cantidades de datos en tiempo real que son susceptibles de ser analizados y procesados a gran velocidad y precisión gracias a la IA. La recogida y estudio de estas grandes cantidades de información ayuda a identificar patrones, anomalías y tendencias de la actividad extractiva. Esta información es muy valiosa, ya que permite tomar decisiones más informadas y, por tanto, correctamente orientadas hacia objetivos como el mínimo impacto ambiental.

En este sentido, el análisis de datos permite la optimización del gasto de energía o agua mediante la sensorización de los procesos en las situaciones en las que éstos se utilizan. Según McKinsey (2017), el uso combinado de sensores, sistemas de control y modelamiento de datos puede reducir entre 10% y 30% el consumo de energía en procesos industriales.

Sistemas de gestión eficiente de flotas

Los algoritmos de IA pueden aplicarse a los sistemas de gestión de flotas para supervisar y controlar los equipos y vehículos utilizados en la minería, como camiones, palas y perforadoras. Estos sistemas recopilan datos en tiempo real sobre el rendimiento de los equipos, su ubicación, consumo de combustible, etc. Gracias al análisis de dichos datos, pueden plantearse rutas de transporte más eficientes y sostenibles. Por ejemplo, pueden trazarse itinerarios que reduzcan los tiempos de inactividad de las flotas y, en consecuencia, ahorrar combustible y reducir sus emisiones.

Según explica para El Periódico de la Energía el coordinador de proyectos de innovación de Mobility de Indra, Mauro Gil, “la irrupción de la IA en los sistemas de gestión del tráfico ha sido una verdadera revolución en términos de eficiencia, seguridad y sostenibilidad, por su contribución a la reducción de tiempos de recorrido, mejora de la seguridad vial, ahorro de costes y disminución de las emisiones contaminantes”.

Nuevas formas de automatización de procesos

Los algoritmos de IA pueden ajustar automáticamente los parámetros de los equipos y sistemas de trabajo en función de las condiciones cambiantes, lo que lleva a una mayor eficiencia y productividad.

Hay empresas como la chilena MITGRA que han llegado a innovar en áreas como el procesamiento de lenguaje natural con IA. Esta compañía ha creado un asistente virtual similar a Siri llamado ArmonIA, una app para el teléfono que recibe preguntas por voz y es capaz de ingresar sola a la base de datos y entregar información en segundos al profesional de la minería.

Sistemas sofisticados de seguridad y monitoreo

La IA facilita una mayor garantía de seguridad en las operaciones mineras gracias a sistemas automatizados de monitoreo que analizan las imágenes de las cámaras de seguridad en tiempo real para detectar situaciones de riesgo, como pueden ser la presencia de personas no autorizadas en áreas restringidas, el uso incorrecto de equipos de seguridad o la detección de zonas peligrosas. Además, los algoritmos también pueden ayudar a predecir y prevenir accidentes, así como mejorar los protocolos de emergencia.

En los últimos meses ha quedado patente que la IA ha llegado para quedarse y ayudar a conseguir una mayor eficiencia en amplios ámbitos de la sociedad y la industria. Saber aprovechar estas nuevas herramientas de forma estratégica y responsable nos facilita el camino para conseguir una industria más segura, productiva y limpia. En el caso de la actividad extractiva, la IA se constituye como un nuevo aliado para cumplir satisfactoriamente el compromiso de seguridad y sostenibilidad que plantea la minería moderna.


Innovación en la minería

La digitalización en la minería: transformando la industria

La minería ha sido una actividad clave para el desarrollo humano a lo largo de la historia, proporcionando los recursos necesarios para el desarrollo y el progreso de la sociedad. En la era moderna, como todos los sectores, la minería debe asumir y asume un compromiso cada vez mayor con el respeto por el medioambiente, enfocando su actividad en la reducción del impacto ambiental. Es aquí donde la digitalización está desempeñando un papel fundamental, revolucionando la industria gracias a nuevas herramientas y mecanismos que allanan el camino hacia un futuro más sostenible.

La minería moderna se caracteriza por la aplicación de tecnologías digitales avanzadas en todas las etapas del proceso, desde la exploración y la planificación hasta la extracción y el procesamiento de los minerales. Gracias a estas herramientas, se pueden tomar decisiones más informadas y precisas, lo que lleva a una mayor eficiencia y productividad en las operaciones mineras, una actividad que está hoy altamente tecnificada.

En la etapa de exploración, la digitalización ha permitido un mejor conocimiento del subsuelo, utilizando programas avanzados de simulación y topografía 3-D, el uso sistemático de drones y la automatización. Estas herramientas proporcionan una visión más clara de los yacimientos, identificando áreas de mayor potencial y reduciendo los riesgos asociados a la exploración. Por ejemplo, el mapeo láser y las sondas electromagnéticas reducen la necesidad de realizar perforaciones de exploración innecesarias y recopilan datos de forma más segura y eficiente.

Los sistemas de monitoreo remoto están en continuo desarrollo y su implementación en los yacimientos permitirá una seguridad y optimización cada vez mayor de las operaciones. Actualmente ya se está trabajando en el desarrollo de vehículos autónomos o prendas con tecnología incorporada para una mayor protección de los trabajadores.

La digitalización también ha mejorado las dinámicas de procesamiento de minerales. Los avances en la separación y clasificación de minerales, así como en la optimización de los circuitos de flotación, han permitido un mayor rendimiento y una reducción en el consumo de energía. Además, la implementación de sistemas de gestión de datos y análisis predictivo permite evitar desperdicios y maximizar la rentabilidad.

La transparencia y trazabilidad de los minerales extraídos es otro de los aspectos que está en constante evolución. Aquí es donde entra en juego la tecnología blockchain, que brinda soluciones para mejorar la cadena de suministro de la industria minera. Mediante el uso de registros inmutables y transparentes, se puede rastrear el origen de los minerales desde la mina hasta el consumidor final, garantizando prácticas éticas y sostenibles.

Por supuesto, las nuevas tecnologías también permiten una mejor planificación e implementación de las medidas de restauración y rehabilitación del entorno una vez finalizada la actividad extractiva. Estas medidas incluyen la reforestación, la restauración de hábitats, la recuperación de suelos y la gestión adecuada de los recursos hídricos que garanticen la recuperación y conservación a largo plazo de los ecosistemas.

En resumen, la digitalización está transformando la industria minera, impulsando una minería moderna del siglo XXI. La recopilación y el análisis de datos y la implementación de tecnologías avanzadas están mejorando la eficiencia, la seguridad y la sostenibilidad en todas las etapas del proceso minero.

La adopción de estas nuevas herramientas ha supuesto una evolución sin precedentes en las operaciones mineras. Atrás quedan los procedimientos de la minería de antaño, muy dependiente de las operaciones manuales, con los consiguientes riesgos asociados, y con escasa preocupación por el impacto medioambiental. Hoy estamos en el camino del rediseño del trabajo minero, una profesión altamente cualificada con los mayores estándares de seguridad y sostenibilidad.


La seguridad de los trabajadores de la minería en España (II)

En nuestro artículo anterior hacíamos un repaso por la legislación vigente en nuestro país en referencia a la actividad minera. Unas normas que se han ido adaptando con el paso del tiempo para garantizar la seguridad de los trabajadores y el impacto positivo de la minería en el medio ambiente.

Además de esta amplia regulación legal, el sector minero avanza continuamente en la búsqueda de soluciones innovadoras en la tecnología para incrementar la seguridad de las operaciones extractivas. La minería moderna y sus óptimas condiciones laborales es el resultado de los avances de ambos aspectos.

En el post de hoy os presentamos algunos de los mecanismos que se han ido desarrollando gracias a los avances de la tecnología:

  • Uso de robots y drones: Los robots y drones se utilizan para realizar tareas con riesgos añadidos o de difícil acceso, como la inspección de túneles y galerías, la evaluación de la calidad del aire o la exploración de áreas inestables. Esto reduce la exposición de los trabajadores a situaciones de riesgo y aumenta la precisión de las mediciones.
  • Sistemas de teleoperación: Los sistemas de teleoperación permiten que la maquinaria sea controlada a distancia por un operador, lo que reduce el riesgo de accidentes laborales. Estos sistemas también permiten una mayor eficiencia en la producción, ya que los operadores pueden trabajar en condiciones más cómodas y seguras.
  • Equipos de monitoreo de la salud: Los equipos de monitoreo de la salud permiten a los trabajadores mineros evaluar su salud en tiempo real. Esto incluye dispositivos portátiles que miden los niveles de polvo, gases y otras sustancias, así como equipos médicos avanzados para la evaluación médica.
  • Sistemas de simulación: Los sistemas de simulación se utilizan para entrenar a los trabajadores en situaciones peligrosas con total seguridad, mediante el uso de tecnologías como la realidad aumentada. Por ejemplo, se pueden simular situaciones de emergencia como derrumbes, incendios o explosiones para enseñar a los trabajadores cómo responder y actuar en un caso real.
  • Tecnología de comunicaciones: Los sistemas de comunicaciones avanzados permiten a los profesionales mantenerse conectados en todo momento, incluso en zonas remotas. Esto facilita la coordinación en caso de emergencias además de aumentar la eficiencia de la producción.

El perfeccionamiento de estas y otras tecnologías para el trabajo en las minas es constante, consiguiendo herramientas cada vez más sofisticadas que faciliten el trabajo en los yacimientos de todo el mundo.

Por poner un ejemplo, en el año 2020 la compañía Torsa recibió un premio por el desarrollo de un innovador dispositivo de monitoreo de vibraciones en tiempo real para operadores de equipos pesados implantado en Antamina (Perú), una de las minas más grandes del mundo. Este dispositivo, instalado en la flota de camiones de la explotación consigue detectar y evaluar, en tiempo real y de forma remota, las vibraciones a las que los operadores de vehículos están expuestos en sus labores de carga y transporte de material, lo que permite prevenir y disminuir el número de lesiones.

En definitiva, al igual que ocurre en todas las industrias, el sector minero ha evolucionado considerablemente a lo largo de las últimas décadas a la par del desarrollo tecnológico y continuará haciéndolo en el futuro. Hoy en día podemos decir que el oficio minero es una actividad acorde a sus tiempos, con unas condiciones socio-laborales excelentes, seguras y garantistas.


La seguridad de los trabajadores de la minería en España (I)

El oficio minero tradicionalmente ha estado relacionado con unas condiciones laborales precarias, marcadas por la dureza, el agotamiento físico, la mala remuneración y la falta de seguridad. Hoy en día, esta concepción de la profesión pervive en la sociedad fruto del desconocimiento de la evolución que ha experimentado la sociedad, el sector y el oficio a lo largo del tiempo. En las últimas décadas, se han producido importantes avances en la gestión de la seguridad en la minería en España, con la implementación de medidas y tecnologías innovadoras que han mejorado significativamente tanto la seguridad de los trabajadores como el respeto por el entorno.

La minería es una actividad en la que la prevención de riesgos juega un papel crucial, pues las minas son un entorno proclive a los incidentes de no contar con altos estándares de seguridad. El sector es consciente de ello y por eso se ha trabajado incansablemente para velar por la integridad de los trabajadores.

Una legislación que vela por la seguridad de los trabajadores

La ley que regula la actividad extractiva en nuestro país es la Ley de Minas que, a lo largo de los años, se ha ido adaptando mediante diversos Reales Decretos y Reglamentos, ajustándose a las necesidades actuales, la realidad del momento, las exigencias medioambientales y la protección del territorio. Esta ley establece requisitos rigurosos en términos de seguridad en el lugar de trabajo, prevención de riesgos laborales, control de contaminación y restauración ambiental que las empresas mineras están obligadas a cumplir.

Esta ley establece en su artículo 33 que los titulares de derechos mineros deben elaborar un plan de seguridad y salud que incluya la identificación y evaluación de riesgos laborales, la planificación de medidas preventivas y de emergencia, y la formación y capacitación en materia de seguridad y salud para los trabajadores. Esto incluye la formación en el uso correcto de equipos de protección personal, la identificación y evaluación de riesgos, y la respuesta adecuada en caso de emergencias. Por tanto, el personal minero hoy en día está altamente formado y cualificado para ejercer sus labores con la máxima prevención de riesgos y mínima ocurrencia de accidentes.

Así mismo, el artículo 39 contempla la obligatoriedad de establecer comités de seguridad y salud en la mina, integrados por representantes de la empresa y los trabajadores, para coordinar las medidas preventivas y de emergencia en materia de seguridad y salud en el trabajo.

Además de las disposiciones de la Ley de Minas y la legislación general en prevención de riesgos laborales que rige en España, existen en nuestro país normas específicas en materia de seguridad minera:


Falsos mitos en torno a la minería III: la extracción de oro

En publicaciones anteriores repasamos algunos de los mitos más extendidos en torno a la minería que, aunque han quedado completamente desfasados de la realidad actual del sector minero, todavía siguen siendo frecuentes entre la opinión pública. En el post de hoy desmentimos dos falsas ideas acerca de la extracción de uno de los metales más valiosos, necesarios y demandados de nuestro planeta, el oro.  

 

La demanda de oro podría satisfacerse sin necesidad de que exista la minería  

El oro ha sido desde la antigüedad, y continúa siendo en la actualidad, uno de los materiales más valiosos y demandados del mundo, ya que su uso es fundamental e insustituible en diversos sectores estratégicos como la medicina o la ingeniería aeroespacial, entre otros.  

El último informe emitido por el Consejo Mundial del Oro, la demanda de este metal precioso se ha incrementado un 18% en 2022, situándose cerca de las 5.000 toneladas, una cifra que no se alcanzaba desde hace una década.  

Según los datos del informe, en 2022 la oferta total de oro aumentó un 2 % y alcanzó las 4.755 toneladas. De esta cantidad, tres cuartas partes vienen de la actividad minera (3162 toneladas) mientras que las ganancias de la oferta de reciclaje fueron poco significativas, lo cual constata que el sector de la extracción sigue siendo imprescindible en el contexto actual para dar respuesta a la demanda global de oro. 

Los datos indican que la necesidad creciente de dicho material proviene principalmente de los bancos mundiales, que han solicitado la mayor cantidad de este metal en 55 años, con el objetivo de diversificar sus reservas y tener una mayor independencia del dólar.  

El metal amarillo ha sido tradicionalmente un valor refugio excepcional para las economías mundiales ya que, en tiempos de incertidumbre y turbulencia en los mercados, es un activo que mantiene su valor o incluso lo aumenta. Por ello, los bancos centrales aumentan sus reservas de oro en momentos de inflación y crisis, como el que estamos atravesando actualmente, para proteger el valor de su moneda. En estos casos también aumenta la inversión en oro de particulares para proteger sus capitales ante la devaluación monetaria.  

 

La extracción de oro supone un grave impacto para el medioambiente  

La creciente demanda de oro en el ámbito internacional ha motivado que muchos yacimientos que se encontraban extinguidos o paralizados alrededor del mundo hayan vuelto a ponerse en marcha en los últimos años. Esta reactivación de la actividad también ha puesto sobre la mesa viejos debates sobre el impacto nocivo de la minería en el medioambiente y la sociedad, unas afirmaciones que es necesario desmentir ya que están desfasadas de la realidad actual. 

En los últimos tiempos, la tecnología ha dado grandes pasos para evitar los daños que la actividad minera provocaba en el pasado. Además, el sector de la industria minera se ha marcado el objetivo de reducir sus emisiones a cero para el año 2050.  En este sentido, una de las iniciativas actuales más destacables es la de la mina de oro de Borden, en Canadá, la primera del mundo que funciona con máquinas subterráneas impulsadas con energía eléctrica y controladas a distancia.  

Los avances tecnológicos han ido a la par del desarrollo de una legislación más estricta en la protección medioambiental, con la aprobación de normas que regulan las emisiones, los vertidos y el uso de sustancias nocivas como el cianuro en las explotaciones. De esta forma, si un proyecto minero es aprobado es porque no supone un riesgo para el entorno.  

En definitiva, no cabe duda de que el oro es uno de los recursos naturales más útiles para el ser humano debido a sus inigualables propiedades y numerosas aplicaciones. Es por ello que su demanda no cesa y, de hecho, está en auge. La actividad minera continúa siendo imprescindible para que podamos seguir aprovechando las bondades de este metal precioso, llevando a cabo las actividades extractivas con riguroso respeto por el entorno y dentro de los márgenes reglamentarios vigentes. 


Minas antiguas recuperadas como atractivo turístico

Minas antiguas recuperadas como atractivo turístico

En la actualidad, cuando un proyecto de explotación obtiene los permisos pertinentes para efectuar su actividad, lleva consigo también la obligación de restaurar y rehabilitar el uso de la zona, avalando económicamente la financiación de esta obligación. Los criterios y la legislación en este aspecto han evolucionado a lo largo de la historia y en el pasado han sido diferentes en cuanto a la tecnología disponible y la sensibilidad social y corporativa. Hoy en día, algunas explotaciones antiguas cuya rehabilitación no estaba tan desarrollada en su tiempo, han permitido su reapertura con usos vinculados al ocio y la cultura como centros de aventura, museos o parajes naturales.

El mayor complejo minero restaurado de España se encuentra en As Pontes. La antigua mina de lignito a cielo abierto que funcionó desde los años cuarenta del siglo XX es hoy un lago de 865 hectáreas rodeado de árboles, con 217 tipos de especies vegetales y casi 200 especies animales.

No obstante, en el pasado y por diferentes razones algunas explotaciones mineras cesaron en su actividad, bien por agotamiento de los recursos explotados, cambios en la utilidad de los materiales producidos, falta de rentabilidad económica o incapacidad técnica para resolver problemas ligados al avance de la explotación. Los criterios y legislación de aquellos tiempos no exigían ningún tipo de rehabilitación o lo era de carácter muy liviano. En consecuencia, algunas de ellas han permanecido en nuestro entorno y en muchos casos han sido reutilizadas y rehabilitadas como espacios de ocio, cultura y entretenimiento:

  • Mega Caverna de Louisville. Situada en Estados Unidos, esta antigua cantera de roca funcionó durante más de 42 años a mediados del siglo XX. Gracias a esta explotación se construyeron las carreteras del país, especialmente en el sur. Hoy se ha convertido en un lugar cubierto de piedra caliza capaz de resistir los tornados que azotan el país con una temperatura constante en su interior. Un lugar en el que, además, podemos aprender la historia del lugar desplazándonos a través de tirolinas subterráneas.
  • Salina Turda. De Estados Unidos nos trasladamos a Rumanía, a una antigua mina de sal subterránea que se remonta al año 1075 y que, en la actualidad, se utiliza como centro de haloterapia y atracción turística. Los visitantes pueden ver los antiguos equipos que se utilizaban para la extracción de la sal, así como también ir en barca por el lago subterráneo o experimentar la acústica del anfiteatro.
  • Parque minero Almadén. En España también tenemos algún caso de antiguas minas que siguen presentes en nuestro entorno. Es el caso del parque minero Almadén, que cesó su actividad en 2003 pero que es de las más antiguas y productivas del mundo. Hoy, son un viaje al pasado donde podemos aprender sobre esta explotación con recreaciones interpretativas, audiovisuales, maquetas y experimentos interactivos.
  • Parque de Cabárceno. Pocos jóvenes sabrán que, el parque de Cabárceno ha sido, desde tiempos de los romanos, otro caso español de una explotación de hierro. El mineral fue extraído hasta el año 1989 y fue transformándose posteriormente en lo que es hoy el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, un lugar que acoge más de 120 especies animales de los cinco continentes que viven en semilibertad, distribuidos en recintos de grandes superficies donde coexisten una o varias especies.
  • Las Médulas. Por último, la mayor explotación de oro romana convertida en un entorno paisajístico español que son Patrimonio de la Humanidad desde 1997. Un monumento y un espacio natural situadas en el Bierzo en el que, durante el 2022, se han atendido a 88.000 visitantes.

La minería que viene: nuevas tecnologías e inteligencia artificial

En la actualidad, la producción en muchos sectores está en pleno proceso de transformación y adaptabilidad a las nuevas técnicas y tecnologías que se están desarrollando, y la minería no es una excepción. De hecho, según las predicciones de la consultora McKinsey, en 2035, el uso de la minería inteligente estará en pleno apogeo, con la inteligencia artificial como punta de lanza de la reconversión de la industria tal y como se la conoce en la actualidad. Esa misma investigación afirma que, la aplicación de estas vanguardistas técnicas implicaría un ahorro de hasta 390 millones dólares anuales a las empresas del sector minero, cifras realmente significativas. Pero la optimización económica solo es una de las ventajas que tiene la aplicación de nuevas tecnologías y la digitalización en la minería. La robotización colaboraría en la eficiencia de la obtención de las materias primas, así como en la seguridad de los trabajadores.

Por suerte, no tenemos que esperar a 2035 para ver alguno de estos avances en funcionamiento, si no que, algunas de las medidas tienen más cercana su aplicación, como, por ejemplo:

  • Sensores integrados en minas inteligentes: estos aparatos permiten conectar el software con la centralita de la empresa, lo que reporta una ingente cantidad de datos obtenidos de forma más rápida, eficiente y barata que con los métodos tradicionales, donde era necesario hacer las lecturas in situ con una costosa instalación y mantenimiento de cableados para una misión que se puede realizar mediante estos sensores y una red inalámbrica.
  • Camiones automatizados: El mismo programa informático que se utiliza para el análisis con los sensores inalámbricos es el que manejaría los camiones automáticos, controlando los tiempos y optimizando los viajes al máximo. Esta nueva flota cambia las necesidades de las empresas: de trabajadores conductores a profesionales especializados y formados en el manejo de esta nueva tecnología.
  • Seguridad gracias a la predicción y la vigilancia: en cualquier ámbito, cuanta más información se tenga para poder tomar una decisión, es muy probable que la determinación sea más acertada. Siguiendo este razonamiento, el aumento del control y de los datos obtenidos mediante la vigilancia y el análisis de la inteligencia artificial podrá ayudar a operar a las mineras. La posibilidad de tener información y datos de manera muy temprana posibilita la simulación y previsión de escenarios verosímiles que permitan adelantar hipotéticas situaciones negativas en cualquier ámbito, evaluando y en definitiva evitando impactos negativos de la propia actividad minera.
  • Nuevas formas de operar: como en cualquier sector, las técnicas utilizadas para, en este caso, la extracción de minerales, se han aprovechado también de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial, pudiendo incidir en el terreno minero de manera mucho más selectiva, con una operación quirúrgica que rellena el hueco inmediatamente después de obtener el material, impidiendo que se provoquen perjuicios al medioambiente.

 

Cabe destacar que, esta transformación también es relevante en el ámbito educacional, ya que la aplicación masiva de nuevas formas de trabajar requiere de un doble esfuerzo por parte de las empresas mineras como de las instituciones educativas. Ambas deben establecer las pautas para lograr una colaboración mutuamente beneficiosa, en la que debe formarse a los actuales y futuros trabajadores para que puedan desarrollar su empleo de forma eficaz con las nuevas tecnologías, siendo capaces de entenderlas y controlarlas.

La minería es un pilar fundamental para conseguir los materiales que requieren las nuevas tecnologías. Así, es lógico que esos nuevos desarrollos se apliquen también al propio laboreo minero, incrementando la optimización económica, reduciendo el impacto ambiental y mejorando la seguridad y la preparación de los empleados.