El oro fue uno de los primeros metales en ser trabajado por los humanos. Encontramos ya la utilización del oro para joyas y elementos funerarios en los antiguos egipcios, 6000 años atrás. En ese momento, este metal maleable, resistente y con un color tan llamativo, les pareció útil para la orfebrería y como demostración de posición social.

El oro es un metal maleable, con una baja reactividad química, resistente al deterioro y un excelente y extraordinariamente fiable conductor de larga duración. Sus propiedades físicas lo convierten en idóneo para su utilización en instrumentos electrónicos.

Las aplicaciones electrónicas suponen el 10% del uso mundial del oro, y son el uso industrial más importante del metal.

El uso del oro en la electrónica hace que esté presente en nuestras vidas en el día a día. Desde su utilización en teléfonos móviles, calculadoras, relojes, sistemas de GPS, televisiones, tablets o tarjetas; también lo podemos encontrar en las componentes electrónicos de los automóviles, tanto en el sistema de ignición como en los frenos antibloqueo o en la inyección electrónica de combustible. Otro uso común del oro es en conectores, cables, contactos, interruptores y otras piezas electrónicas. De hecho, en un teléfono móvil podemos encontrar hasta 50 miligramos de oro.

Hoy en día, todos los productos derivados de la nanotecnología contienen componentes de oro.

Las cualidades del oro son útiles para elementos que funcionan con voltajes y corrientes muy bajas y necesitan cantidades de metal conductor muy pequeñas, y en láminas muy delgadas. El oro no produce corrosión, que en cualquier metal interrumpiría la conducción eléctrica, y es especialmente apropiado para la circulación de corrientes eléctricas pequeñas. Soporta, también, mucho mejor que otros materiales, condiciones ambientales agresivas. Una delgada capa de oro de 0,1 micrómetros consigue aumentar la conductividad de la pieza 10 millones de veces.

El oro puede incrementar sus propiedades al mejorar su pureza, mediante procesos de refino. Estos procesos lo encarecen, pero su utilización resulta indispensable por la aportación de altísima calidad de sus propiedades. Aunque, generalmente, en los componentes electrónicos, el oro se utiliza electro-aleado con otros materiales, como pequeñas cantidades de níquel o cobalto que incrementan su durabilidad frente al desgaste.

Pero la utilidad del oro no solo abarca estos objetos cotidianos, sino que lo podemos encontrar también en la tecnología aeroespacial, por ejemplo, como aislante térmico de satélites climatológicos, ayudando a que sus elementos no se dañen y mejorando la capacidad de trabajo de estos. Su utilización en la construcción de satélites y naves espaciales, que requieren el mínimo número de reparaciones posible una vez lanzadas al espacio, es muy importante.

Muchas partes de estos vehículos son equipados con cubiertas de oro para reflejar la radiación y estabilizar la temperatura. Sin esta protección, los interiores de las naves y otros vehículos absorberían cantidades de calor inasumibles.

La alta demanda de smartphones ha aumentado el consumo de oro, que se utiliza en sus componentes. La tendencia de consumo de este material de altas capacidades es al alza, ya que los fabricantes de productos electrónicos se han dado cuenta de que no pueden disminuir el uso de oro en sus piezas sin que se produzca una merma en la calidad y prestaciones.

En los últimos cinco años, el sector tecnológico ha consumido una media de 375 toneladas de oro anuales, lo que lo sitúa por detrás de los bancos centrales en la lista de demandantes de oro. De ahí que sea un material indispensable.

Finalmente, el oro también es usado en la industria de la odontología para elaborar piezas dentales, planchas y rellenos. Sus propiedades durables, moldeables y libres de corrosión lo hacen un material perfecto para este fin. Aunque hoy en día se emplea en las menores proporciones posibles debido a su alto precio, sigue siendo un metal de referencia en ciertas especialidades. En el pasado era muy común ver personas con dientes o muelas de oro.

Algunas curiosidades sobre el oro

  • El oro se utiliza en los visores de los cascos de los astronautas para reflejar los rayos infrarrojos, permitiendo el paso de la luz solar y al mismo tiempo manteniendo fresco su interior.
  • El oro se inyecta licuado en los músculos de miles de americanos víctimas de artritis reumatoide, y se ha concluido que el tratamiento tiene éxito en siete de cada diez casos.
  • Por cada Km3 de agua de mar hay 5 toneladas de oro. Esto significa que en los océanos pueden encontrarse 10 billones de toneladas de oro; sin embargo, no se conoce actualmente ningún sistema, económicamente viable, para recuperarlo.
  • El 99% del oro existente en la tierra, se localiza en el núcleo del planeta. A día de hoy, es absolutamente inaccesible.
  • El oro es tan maleable que puede ser reducido a láminas tan delgadas que una pila de un centímetro contendría más de 100.000 láminas.
  • Un trozo de oro de 30 gramos puede estirarse en un cable de hasta 100 Km de largo.
  • El oro tiene una alta densidad por lo que un cubo de 30 centímetros de lado pesa aproximadamente 1 tonelada.
  • El oro es un metal escaso y difícil de encontrar. Se dice que el mundo produce más acero en una hora que el oro producido desde el inicio de los tiempos.

El oro es, por lo tanto, un material fundamental para nuestras vidas.