En la actualidad, la producción en muchos sectores está en pleno proceso de transformación y adaptabilidad a las nuevas técnicas y tecnologías que se están desarrollando, y la minería no es una excepción. De hecho, según las predicciones de la consultora McKinsey, en 2035, el uso de la minería inteligente estará en pleno apogeo, con la inteligencia artificial como punta de lanza de la reconversión de la industria tal y como se la conoce en la actualidad. Esa misma investigación afirma que, la aplicación de estas vanguardistas técnicas implicaría un ahorro de hasta 390 millones dólares anuales a las empresas del sector minero, cifras realmente significativas. Pero la optimización económica solo es una de las ventajas que tiene la aplicación de nuevas tecnologías y la digitalización en la minería. La robotización colaboraría en la eficiencia de la obtención de las materias primas, así como en la seguridad de los trabajadores.

Por suerte, no tenemos que esperar a 2035 para ver alguno de estos avances en funcionamiento, si no que, algunas de las medidas tienen más cercana su aplicación, como, por ejemplo:

  • Sensores integrados en minas inteligentes: estos aparatos permiten conectar el software con la centralita de la empresa, lo que reporta una ingente cantidad de datos obtenidos de forma más rápida, eficiente y barata que con los métodos tradicionales, donde era necesario hacer las lecturas in situ con una costosa instalación y mantenimiento de cableados para una misión que se puede realizar mediante estos sensores y una red inalámbrica.
  • Camiones automatizados: El mismo programa informático que se utiliza para el análisis con los sensores inalámbricos es el que manejaría los camiones automáticos, controlando los tiempos y optimizando los viajes al máximo. Esta nueva flota cambia las necesidades de las empresas: de trabajadores conductores a profesionales especializados y formados en el manejo de esta nueva tecnología.
  • Seguridad gracias a la predicción y la vigilancia: en cualquier ámbito, cuanta más información se tenga para poder tomar una decisión, es muy probable que la determinación sea más acertada. Siguiendo este razonamiento, el aumento del control y de los datos obtenidos mediante la vigilancia y el análisis de la inteligencia artificial podrá ayudar a operar a las mineras. La posibilidad de tener información y datos de manera muy temprana posibilita la simulación y previsión de escenarios verosímiles que permitan adelantar hipotéticas situaciones negativas en cualquier ámbito, evaluando y en definitiva evitando impactos negativos de la propia actividad minera.
  • Nuevas formas de operar: como en cualquier sector, las técnicas utilizadas para, en este caso, la extracción de minerales, se han aprovechado también de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial, pudiendo incidir en el terreno minero de manera mucho más selectiva, con una operación quirúrgica que rellena el hueco inmediatamente después de obtener el material, impidiendo que se provoquen perjuicios al medioambiente.

 

Cabe destacar que, esta transformación también es relevante en el ámbito educacional, ya que la aplicación masiva de nuevas formas de trabajar requiere de un doble esfuerzo por parte de las empresas mineras como de las instituciones educativas. Ambas deben establecer las pautas para lograr una colaboración mutuamente beneficiosa, en la que debe formarse a los actuales y futuros trabajadores para que puedan desarrollar su empleo de forma eficaz con las nuevas tecnologías, siendo capaces de entenderlas y controlarlas.

La minería es un pilar fundamental para conseguir los materiales que requieren las nuevas tecnologías. Así, es lógico que esos nuevos desarrollos se apliquen también al propio laboreo minero, incrementando la optimización económica, reduciendo el impacto ambiental y mejorando la seguridad y la preparación de los empleados.